El final de los delfines de Barcelona

Han pasado ya casi cuatro años desde que publiqué una entrada en este blog titulada "¿Qué está pasando en Barcelona?" donde escribí sobre la situación de los delfines del Zoo de Barcelona cuyo futuro era bastante incierto en esos momentos ya que el zoo debía poner fin al delfinario actual y renovarlo o trasladar a los animales a otro centro. Hacía unos años que se había presentado el proyecto del "Zoo Marino" en donde se proponía la creación de un nuevo, amplio y mejorado delfinario mucho más centrado en la educación e investigación y donde se dejaban de lado las exhibiciones (aquí tienes información sobre este interesante proyecto), sin embargo y a pesar de que esto planteaba un futuro bastante bueno, la presión animalista pidiendo el cierre del delfinario provocó la cancelación del proyecto y comenzó una campaña para enviar a los animales a un "santuario" en el mar Mediterráneo, de este nuevo proyecto habría que destacar dos datos importantes:

- Primero de todo que este santuario no existía en el momento en el que se planteó la idea y a día de hoy el presupuesto del proyecto a superado todas las expectativas convirtiéndose en algo totalmente inviable y que se encuentra paralizado y con pocas expectativas de continuar en un futuro próximo (no es la primera vez que un proyecto de santuario para cetáceos fracasa)

- Los delfines mulares del Mediterráneo tienen una genética diferente a la de los delfines mulares del zoo de Barcelona cuyos familiares proceden de la costa del caribe (delfines más pequeños y delgados, mientras que los del Mediterráneo son más grandes). Esto es importante ya que estamos introduciendo animales en un hábitat natural distinto al suyo de origen lo cual puede dar lugar a diferentes problemas.

Delfinario del zoo de Barcelona

Finalmente, el zoo de Barcelona ha anunciado la decisión final y como era de esperar, los animales no van a ser trasladados a ese "santuario" que continúa sin existir, por el contrario irán al Attica Zoo, el zoológico de Atenas (Grecia).

Opino que se trata de un final agridulce: por un lado los delfines van a ir a un delfinario moderno y bien adaptado por lo que recibirán buenos cuidados y atenciones en vez de pasar a formar parte de aquel descabellado plan del Mediterráneo, sin embargo, al final toda esta presión animalista no ha beneficiado en ningún momento a los animales que pretendían ayudar, lo único que han conseguido es que los delfines continúen cautivos en otro país cuando quizá sin aquella presión, el proyecto del "zoo marino" podría haber salido adelante y hoy en día la ciudad de Barcelona podría disponer de un gran delfinario en donde se educara a los visitantes sobre la importancia de proteger los océanos.