Si estás familiarizado con la teoría del entrenamiento probablemente ya habrás oído hablar de los conceptos de positivo/negativo y refuerzo/castigo. Es la base de todo lo que engloba el entrenamiento, combinando esas cuatro palabras nos salen cuatro formas distintas de enseñar algo a cualquier animal (sí, incluido una persona). Entender estos conceptos puede resultar un poco lióso al principio ya que el significado de las palabras no es exactamente el mismo al que puedes imaginar, aquí te explico lo que significa cada una de estas palabras y las cuatro combinaciones que se pueden hacer.
Positivo (+): Se refiere a añadir algo, ofrecer algo al animal/humano.
Negativo (-): Al contrario que el anterior, esto es quitar algo.
Refuerzo: Buscamos incrementar el comportamientos, queremos que se repita
Castigo: Queremos reducir y llegar a eliminar el comportamiento
Tras estas definiciones bastante simples pero sencillas de entender veamos las cuatro combinaciones. Para hacerlo más sencillo usaré el mismo ejemplo en todas ellas, digamos que queremos enseñar a un perro a sentarse, así es como podemos hacerlo:
Refuerzo Positivo: Añadimos algo (positivo) para que repita el comportamiento que queremos ver más a menudo (refuerzo). En este caso, premiamos al perro con golosinas cada vez que se sienta.
Refuerzo Negativo: Eliminamos (negativo) algo desagradable para que el animal repita el comportamiento (refuerzo). Por ejemplo, realizamos un sonido que resulta desagradable para el perro y no paramos hasta que se sienta.
Castigo Positivo: Añadir (positivo) algo desagradable con la intención de reducir el comportamiento (castigo). Si queremos que el perro se siente, no queremos eliminar el comportamiento pero un ejemplo de esto sería pegar al perro por no sentarse cuando se lo pedimos como manera de intentar eliminar la desobedencia.
Castigo Negativo: Quitaremos (negativo) algo positivo para reducir el comportamiento (castigo). Al igual que en el ejemplo anterior, como buscamos que el perro se siente, no podemos aplicar esto cuando realiza el comportamiento ya que queremos incrementarlo y no al contrario, pero un ejemplo de esto sería empleándolo cuando el perro desobedece ante la señal de sentarse pues queremos reducir ese comportamiento de desobendecia... en este caso, pedimos que se siente y no lo hace por lo que reaccionamos dejando de prestarle la antención de la que disfrutaba o retirando su juguete favorito si estaba usándolo en ese momento.
Ahí tienen cuatro ejemplos de estas técnicas de entrenamiento aplicadas a un mismo ejercicio. Como puedes imaginar, el método más recomendable (y el empleado en los delfinarios y zoológicos) es el refuerzo positivo ya que asegura la creación de un fuerte vínculo entre el animal y el entrenador, el refuerzo negativo también se puede emplear en algunas ocasiones ya que continúa siendo un método en el que el animal acaba recibiendo algo bueno (en el caso del refuerzo negativo se elimina aquello que resultaba malo para el animal). Sin embargo los dos métodos de castigo es preferible evitarlos ya que generan estrés y frustración en el animal además de desconfianza frente al cuidador/entrenador.
Ninguno de los ejercicios que ves en las exhibiciones de animales en zoológicos sería posible sin el fuerte vínculo que existe entre los cuidadores y los animales |
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