Cuando la muerte de un animal vale más que su vida

No quería escribir sobre esto pero no dejo de ver comentarios al respecto y no puedo dejarlo pasar más. Para quienes no lo sepan, Kayla, la orca nacida en SeaWorld más longeva (y como consecuencia, la orca más longeva nacida en cautividad) falleció el pasado 26 de enero a los 30 años (una edad ya anciana para una orca como Kayla. Recordemos que solo se han registrado algunos ejemplares de poblaciones de California como orcas que superan los 50 años, por lo general su longevidad parece estar por los 25-30).

Kayla

Sin duda alguna es una triste noticia de la cual muchos grupos animalistas se están aprovechando para hacer su propaganda "anti-SeaWorld" y es aquí donde chocan las cosas. Sí, yo ya he defendido a SeaWorld en varias ocasiones pues considero que aunque no sea una maravillosa empresa, las soluciones que proponen los animalistas de enviar a las orcas a sea pens tampoco son buenas así que puestos a elegir mejor quedarme con lo "menos malo". Pero lejos de defender o no a SeaWorld, lo que más me enfada de esta situación es ver a grupos como PETA y similares, así como sus seguidores, que nunca han mostrado el más mínimo interés en Kayla, que igual algunos ni sabían de su existencia hasta leer la noticia. La gran mayoría no podrían identificarla en una foto, no saben quienes son sus padrés o hijos sin buscarlo por internet. Vamos que no tienen ni la menor idea de este animal en concreto y sin embargo cuando mueren parecen salir de sus "cuevas" para aprovechar a atacar. Aunque digan defender a los animales, parece que Kayla les resulta más valiosa ahora que la pueden emplear como razón para criticar a SeaWorld que cuando estaba viva.

No, no considero que sea necesario saberlo todo sobre un animal para poder opinar (aunque creo que se debería tener un conocimiento básico) pero es inevitable tener la sensación de que toda esta marea de animalistas parecen seguir simplemente una moda: sale una película sobre Tilikum y todos a hablar de él sin interesarse en los demás, muere Kayla y todos a opinar y así con todas las demás... y mientras tanto en Rusia continúan las capturas pero como esas orcas no tienen nombre, ni salen en ninguna película ni acaban en ningún parque conocido pues nadie les prestará la más mínima atención.