Si hay algo que ayuda a que cualquier animal tenga un bajo nivel de estrés (incluidos los humanos), es tener control sobre lo que te rodea. Poder hacer aquello que deseas en el momento que quieras... las facilidades para que esto suceda dependen de muchos factores. En el caso de animales cautivos, las nuevas tecnologías están ayudando mucho a desarollar programas que permitan a los animales elegir entre unas cosas u otras.
En este caso, tenemos a un delfín hembra llamado Luna, que nació en el delfinario de Kolmården (Suecia). Ella es uno de los tres delfines del parque que han aprendido a usar su ecolocalización para seleccionar qué pescado desean comer. El proceso es sencillo, tienen una pantalla con micrófonos y varios símbolos (una cruz, un cuadrado, etc), cada símbolo significa un tipo distinto de pescado. Cuando el entrenador manda al delfín a la pantalla, este debe apuntar al símbolo que desea y emitir chasquidos que serán recibidos por el micrófono e indicarán a los cuidadores qué símbolo ha elegido y por lo tanto, qué pescado desea comer en el momento.
Con este concepto como base se pueden lograr muchas cosas. Desde darles la posibilidad de elegir su comida, hasta poder decidir qué juguete desean usar, con qué delfín quieren estar, si quieren participar o no en la exhibición, etc. Todo ello para poder darles el mayor control posible sobre su medio.
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