28 may 2021

Entrenar para el swim test o prueba de nado

 ¿Te gustaría trabajar con mamíferos marinos en algún acuario o zoológico? Entonces esto te interesa.

El "swim test" o "prueba de natación" suele ser parte del proceso de selección de entrenadores/cuidadores en muchos centros. Una persona que va a estar trabajando constantemente junto a zona de agua con cierta profundidad e incluso llegando a bucear como parte de la rutina diaria, debe ser capaz de demostrar que puede moverse sin problema en el agua.

Cada parque tiene un tipo de prueba distinta según sus instalaciones y el animal con el que se va a trabajar aunque, generalmente, todas estas pruebas suelen contar con una parte de nado libre (que normalmente puede significar nadar entre 100 - 300 metros), nado en apnea (suele variar entre 25 - 30 metros o más), inmersión hasta el fondo de la piscina para recoger un objeto (con profundidades de entre 6 - 12 metros), permanecer flotando con los brazos fuera del agua por unos minutos y una parte de flexiones, levantar pesas, etc.


 Vídeo: Un entrenador de delfines en Six Flags (California) realizando una serie de "waterworks" (Ejercicios de agua) como parte de la exhibición. Es un pequeño ejemplo de cómo los entrenadores de mamíferos marinos deben trabajar día a día en el agua.

Si no estás acostumbrado/a a entrenar la natación quizá esas distancias de nado y buceo te parezcan muy grandes y difíciles de alcanzar pero si esta es tu pasión lo ideal es que comiences lo antes posible y vayas poco a poco hasta alcanzar y superar esas medidas para asegurarte de que cuando te toque hacer un "swim test", te resulte sencillo de superar. Si por lo general suelen pedir nadar de 100 hasta 300 metros, lo ideal sería que entrenaras hasta el punto de ser capaz de realizar 400 metros sin parar o más, de esta manera si te toca por ejemplo un parque donde te piden nadar por 200 metros te va a resultar bastante fácil.

La prueba que más suele preocupar es la apnea ya que la parte de nadar y levantar peso es cuestión de entrenar y entrenar pero para aguantar la respiración además del entrenamiento, una gran parte de la clave del éxito es mental. Los mamíferos marinos son capaces de regular su actividad cardiovascular al sumergirse, el número de latidos va disminuyendo y así también lo hace la cantidad de oxígeno necesaria permitiendo que aguanten durante mucho rato sin salir a respirar. Aunque los mamíferos marinos son los que tienen esta capacidad más desarrollada como adaptación a la vida en el agua, el resto de mamíferos incluyendo los humanos también regulamos nuestros latidos de forma inconsciente, se conoce como "reflejo de inmersión" (expertos en apnea son capaces de aguantar la respiración más tiempo dentro que fuera del agua debido a esta habilidad natural). Todo esto nos indica que si nuestro corazón late despacio, nuestra capacidad para aguantar la respiración será mayor y la mejor forma de que nuestro corazón vaya despacio mientras buceamos es ir relajado y sin prisa... Bucear en apnea por 25 o hasta 30 metros puede parecer mucho, sientes que debes hacerlo en poco tiempo para no quedarte sin aire y con todos los nervios te sumerges, intentas nadar lo más rápido posible y a los pocos segundos de haber comenzado ya notas que te falta el aire; el problema aquí no es la capacidad pulmonar, ¡son los nervios! A la hora de bucear te recomiendo tararear una canción en tu cabeza, mirar al fondo de la piscina para no ver cuánto te queda y nadar a un ritmo normal sin intentar ir muy rápido, recuerda que cuanto menos te muevas, menos oxígeno te pedirá el cuerpo así que aprovecha cada brazada lo máximo posible y sobretodo no pienses en que estás aguantando la respiración (de ahí el truco de pensar en una canción o cualquier otra cosa que te ayude a olvidar lo demás).  Nuevamente lo ideal es sentirte cómodo realizando 30 metros por lo que el entrenamiento debería ser enfocado a lograr alcanzar distancias de hasta 40 metros.

La otra parte de la apnea que suelen pedir en estas pruebas es bucear hasta el fondo de piscinas que pueden llegar a cubrir hasta 12 metros. Si ya eres capaz de bucear esos 30 metros anteriores, 12 no es nada para tí, el problema es que aquí estamos nadando hacia abajo por lo que necesitamos un gran impulso inicial para luchar contra la presión que nos hace flotar (que en agua salada y con neopreno es bastante grande) y una vez eliminado ese problema debemos impulsarnos constantemente hacia abajo e ir adaptando nuestros oídos a la presión del agua para evitar molestias. Cuando llegas al suelo, la subida suele ser bastante rápida y no necesitas hacer ningún movimiento. Para aguantar la respiración sin problema durante esta actividad, nuevamente debemos mantenernos relajados y con la mente pensando en otras cosas. Si alguna vez has intentado sumergirte al fondo de una piscina o en aguas profundas del mar o lagos, habrás notado la presión en los oídos, hay distintas maneras de resolver este problema en el agua pero lo más habitual y eficaz para muchos es taparse la nariz y hacer fuerza para soplar por ella, también puedes mover la mandíbula de un lado a otro.

Cuando compensamos los oídos puede pasar que perdamos al concentración y nos pongamos nerviosos así que es importante entrenar esa parte.  Hay algunas personas que directamente no compensan los oídos y bajan bastantes metros ignorando las molestias, yo no lo recomendaría, compensar los oídos te quita molestias y evita problemas futuros, suede tomar apenas uno o dos segundos y puedes hacerlo sin necesidad de parar por completo por lo que la cuestión es entrenar la concentración a la hora de compensar los oídos para que esta acción no te ponga nervioso y te obligue a salir a por aire.

 Para la parte de flexiones y pesas (que no siempre la piden) volvemos a lo mismo de antes... ¡la clave es entrenar! ir poco a poco, empezar haciendo flexiones contra la pared para acostumbrarte al movimiento e ir ganando fuerza en los brazos y luego ir bajando el nivel hasta lograr hacerlas en el suelo y, una vez ahí, ir aumentando el número (los parques que piden flexiones como parte de las pruebas suelen pedir de 10 a 20 así que lo ideal es alcanzar las 30 en entrenamientos normales para sentirte cómodo/a ante la idea de que te pidan 20). Incluso aunque quisieras trabajar en un parque donde no se pide esta parte de las pruebas, ni la parte de natación, todo esto es algo importante a entrenar de cara al trabajo con estos animales, ya que aún sin pruebas, un puesto así requiere de alguien capaz de soportar largos ratos de trabajo en el agua y levantar cubos llenos de pescado.

Espero que estos consejos te sirvan a la hora de enfrentarte a este tipo de pruebas (que puede ser para trabajar con mamíferos marinos y también para títulos como el de socorrista). Recuerda que todo esto es entrenamiento físico lo cual no te va a dar resultados de un día para otro por lo que tienes que ser constante. Hacerte fotos o vídeos según pasan las semanas para ver cómo vas mejorando suele motivar bastante ya que es así como mejor se ven los cambios.

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