Avistamiento de delfines en Cape May (Estados Unidos) |
Ya sea por falta de información, por ganas de diversión o por cualquier otro motivo, hay gente que ante la presencia de un animal salvaje trata de atraer su atención con comida e incluso intenta tocarlo o meterse en su hábitat.
Los avistamientos de cetáceos son cada vez más populares, esto supone un estrés para los animales salvajes que acostumbrados a nadar en busca de alimento o jugar entre las olas ahora se ven invadidos por barcos llenos de humanos que los siguen y siguen para fotografiarlos o disfrutar de su presencia... no, no estoy criticando las actividades de avistamientos de cetáceos, pero hay zonas muy turísticas en las que hay tal número de empresas que realizan estas salidas que al final los cetáceos se encuentran rodeados de estas excursiones a diario (un ejemplo es el estrecho de Gibraltar en España) y esto, nos guste o no, afecta negativamente en la vida de los animales pero el problema va más allá, más bien habría que decir que el verdadero problema comienza con las barcas de particulares que deciden salir al mar con la familia en busca de cetáceos.
Tenemos por un lado a la gente respetuosa que aunque al fin y al cabo va a molestar a un grupo de delfines salvajes no pretenden interferir mucho en la vida de los animales, simplemente conducir la barca por encima del grupo haciendo que estos comiencen a saltar a los lados de la barca. Pero luego están los irresponsables o irrespetuosos que alargan el brazo para tocar a los animales, los alimentan e incluso se lanzan al agua.
Alimentar a un animal salvaje es un peligro tanto para el animal como para la persona. El animal puede comenzar a asociar al ser humano con alimento fácil y por lo tanto acercarse a los barcos en busca de comida poniendo en peligro su vida o por otro lado ante el gesto de la persona que ofrece un pescado al delfín este puede sentirse amenazado o simplemente no calcular bien y morder a la persona,
La página web Don't Feed Wild Dolphins trata de difundir cientos de razones por las que alimentar a los delfines salvajes es una práctica peligrosa que nunca debe hacerse. En el siguiente vídeo se habla de un ejemplar de delfín mular que fue rescatado tras haberse observado que tenía graves heridas causadas por la interacción con humanos.
Tenemos por un lado a la gente respetuosa que aunque al fin y al cabo va a molestar a un grupo de delfines salvajes no pretenden interferir mucho en la vida de los animales, simplemente conducir la barca por encima del grupo haciendo que estos comiencen a saltar a los lados de la barca. Pero luego están los irresponsables o irrespetuosos que alargan el brazo para tocar a los animales, los alimentan e incluso se lanzan al agua.
Alimentar a un animal salvaje es un peligro tanto para el animal como para la persona. El animal puede comenzar a asociar al ser humano con alimento fácil y por lo tanto acercarse a los barcos en busca de comida poniendo en peligro su vida o por otro lado ante el gesto de la persona que ofrece un pescado al delfín este puede sentirse amenazado o simplemente no calcular bien y morder a la persona,
La página web Don't Feed Wild Dolphins trata de difundir cientos de razones por las que alimentar a los delfines salvajes es una práctica peligrosa que nunca debe hacerse. En el siguiente vídeo se habla de un ejemplar de delfín mular que fue rescatado tras haberse observado que tenía graves heridas causadas por la interacción con humanos.
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